He limpiado
las sabanas de aquel domingo de enero
Deje correr
el agua como la música corre en el viento
Pero aun no
terminan las lágrimas de reemplazarse una a otra
La primavera
sólo hizo florecer los cristales de aquel invierno
Y ahora no
sé dormir sin ti en mi almohada, sin dejarte fuera de un solo sueño
¿cómo me habitúo?
¿cómo vivo?
¿cómo
existo?
La cama
está tan pulcra que no se ve ni un solo miedo
y sudo por
los poros el terror no volverte a ver
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