Nada es
tuyo, ni los libros, ni la música, ni las canciones, ni las películas ni una
puta obra de arte
porque tú
eres una hija de la chingada
que no me
eliges por sobre todas las cosas
aunque en
cada uno de tus pasos me gritas
que te
arranque de los labios "te amo"
hasta yo lo sé
me lo grito
por las noches desde hace tanto tiempo
y él, y mi
mejor amigo, y mi amante, y mi perro, y tu gato, y tu padre, y mi madre
y mis
hijos, y tus hijos, y mi vecino, y tu hermano, y tus muertos y los míos
mis
ancestros y los tuyos,
menos tú
la perra egoísta
que sos
cabrona mal
nacida
bendita la
hora que alumbro tu estrella
maldita
seas por sobre todas las cosas
que
me
duele
Sí, todas
tus ganas
de vivir
tu nausea
tu vacío
tu soledad
están en
mí. Y no las puedo tener.
Me las
pones en la frente y las escondes cuando te voy a besar.
Y haces que
te quite la tierra sobre el cuerpo
y sales del
ataúd como si nada hubiera pasado
- pasó, la
muy hija de puta vino y me hizo trizas -
como ese cadáver
que no vuelves a visitar
te
desempolvas
te sacudes
el cabello
y te haces
cenizas aquí
en el
papel,
como
Gustavo lo predijo.
Eres de mil
rostros
sabes lo
que busco.
te sientes
como el viento
vas y
vienes
y no te
quedas
Y yo y mi síndrome
de idiota
enamorada del aire
me quiebro
en el va y ven
de tu
volver.
Como no se
comenzar nada
empiezo por
el amor
para decir
que odio TODO a mi alrededor
las
palabras del principio son un pretexto
básico,
quizá, necesario
para gritar
que no estoy cerca de la muerte
y me enoja
no acercarme valiente
al final de
TODO
porque me
desespera esperar
sólo por
esa pinche razón.
Muy bueno
es el amor, pero corrompe
y ya estoy
desgarrada.
Entonces,
escribo
y digo
cualquier estupidez para
pararme
sobre el tiempo
donde ya me
cargué al mundo,
lo jodí, es
mío.
Y que al último
solo tengo esta escritura de la chingada.
Hago lo que
quiero
y lloro por
serlo.
No tengo
las culpas de niño
nada más me
queda el cinismo
y miedo de
pensar que tengo
algo que
perder.
sé que si
se va
voy a estar
igual que ahora
y es una
sensación insoportable.
Regresando
a ti, al orden de las cosas
me estás
dando todo
para
dejarme en el hoyo.
Lo sé,
no puedo volver
a aceptar siquiera
la opción
de pensar que entre nosotros
por fin
habrá un comienzo.
Por mi bien
y por tu mal
me voy.
Estoy enferma pues
de esta melancolía negra
que desea borrar a fuerzas
la nostalgía de lo no vivido
y esta puta memoria que ya no tiene nada.
Ni una gota de agua que darme.
Camino construyendo todo de nuevo
tropezando con los recuerdos del futuro, absurdos,
como cualquier relato de este mundo.
Los dos viejos del desierto,
la mujer lava la ropa y el hombre corta los mezquites
No sabe el hijo de puta que se lleva
mi sombra. Mi tregua con el Sol.
¿A caso no importa? La desolación de su trabajo, y,
la soledad que hace eco en mis botas.
Avanzo por inercia leyendo lo que tengo en las manos.
Si chco con el faro habré despertado del coma
que me tiene atrapado hace meses.
Tengo hambre más que sed
de leer,
lo que sea, cuantas hojas tenga el libro, o,
arrugas presentes al contorno de unos ojos.
Los jóvenes no me interesan.
Creen ser el centro del mundo. A mí me gustan los confines
del universo.
Me da asco lo inacabado, cargado de esperanza siempre
estar en medio es una nausea.Termino vomitando
lo que luego se vuelve arrepentimiento.
Mira, leo tantito y termino escupiendo escorpiones.
Es culpa de Caicedo, es culpa tuya, es
culpa del miedo.
Escribo muy a prisa
da la impresión de estar haciendo algo importante.
Soy una sombra en las huellas de la noche.
Nada hay en mí que favorezca el curso de la humanidad.
Nada sirve y es por eso que me gusta.
Sólo yo sé en este instante un misterio.
Tengo angustia de ser materia,
transformaciones interminables:
NO DEJAR DE EXISTIR.
NUNCA.
El horror de uno como eterno.
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