“La lujuria es
fuerza porque
destruye al débil y excita al fuerte a emplear sus energías, así, a renovarlas.
Todo pueblo heroico es sensual. La mujer es, para ellos, el trofeo más excelso.”
Manifiesto
de la Mujer Futurista
Valentine de
Saint-Point (1912)
El
hombre. Pobre hombre. Animal.
Siempre
siendo tan usados, pobre, tan pobre. Si el opio de la mujer fue el amor, el del
hombre la ilusión. Muéstrale una guerra y verá su viril fuerza,
Incluso
la decadencia se cansa de sí. No se puede vivir todo el día en la música de las
fantasías. Por eso en lo que muero me pongo a escribir.
El
mejor momento sigue siendo el mismo: el escritorio vacío, un brebaje, rock,
lujuria y escribir el demonio de la soledad. Cuando todos se van es siempre el
mejor momento. Y el desenlace siempre es el mismo: la necesidad de una orgía de
cuerpos.
Se
me termino el cuaderno, el café, el alcohol, los cigarrillos, la marihuana, el
dinero. Y no he muerto, desgraciadamente.
Escribir
sobre morir porque vivir deseándolo no hace que te amen. A menos, que como
Dorian te excite un último aliento. Somos deshonestos y falsos. El todo orden
de la imperfección. Nadie se queda a sostener la mano de un moribundo si de la
otra no obtuvo antes fruto. Por eso he de mantener una imagen pulcra,
mentirosa, engañosa para que la humanidad de todo por mí. ¡Qué estupidez! Prefiero
un rizadero de nervios en la cabeza, una camisa abierta, unos vaqueros, un
andar lento y desganado, un llegar tarde
a todos lados, que andar posando al pasar los reflejos de los espejos. Prefiero
la libertad erguida y no la apariencia de tener moral. Ese anhelo de las masas.
La más cruel de las utopías. Esa voluntad en contra de toda natura.
No
tengo ninguna certeza, ningún futuro, ni una sola promesa. Ningún conocimiento
es mío. No tengo la seguridad de saber algo del mundo.
No
sé si tú me amas, ya no como yo lo hago – de ser así, estuviera viviendo- .
Los
días que no bebí siento que no viví.
Comentarios
Publicar un comentario