Que agradable
resulta la sensación de presenciar el viento. Puedo sentir como su atmosfera me
envuelve. Quisiera saber su origen. Desde luego, las partículas que componen el
aire podrían terminar con estas palabras. Helio, oxigeno, nitrógeno, dióxido de
carbono, toda la composición ya conocida. Lo que percibo no es tan simple como
eso. Los átomos del viento están tan vivos como los segundos. El viento en su sabiduría
mueve lo inexplicable e invisible; sin límites a través de los polos y de todas
las latitudes. Un suspiro y todo cobra sentido. La voz de un niño, el ladrido
de mi perro, el olor de la sopa de mi madre que tiene lugar en la mesa a las
tres de la tarde, el sabor de los chocolatillos de menta que abren una ventana
a la infancia, el ruido del autobús que me depara un gran viaje, las palabras,
los trinos, las aves en vuelo, el sonido de los mares que rompen las rocas de
los ríos, el eco de los silencios, el olor del primer café de la mañana que
renueva el día, su risa, las ondas de su cabello con olor a menta, el inicio y
el fin de un beso, el reloj a toda marcha, la luz de luna, la más triste de las
sonatas, una lagrima en caída libre, y el ultimo agónico aliento. Los átomos
del viento. No ocupan ningún sentido nuevo, sin pedir nada a cambio se muestran
desnudos ante el efímero caer de las hojas.
Algo falta después
de aquel suspiro. Un espasmo involuntario lleno de deseos, cubierto de
espejismos. La sensación embriagante al inicio de esta hora, la acción pura del
éter. El movimiento de mis cabellos rizados y la sonrisa que moja mis pestañas
como resolución a un adiós a la tristeza que me desploma en la gota bendita de
la conciencia.
Podré ir con
tranquilidad, al menos, a la hora que se avecina. Andar en mis pies solidos
luego de ver las vibraciones cuánticas del tiempo. Sin el peso insoportable del
miedo. Ahora mi camino tiene un horizonte, la hora en que el atardecer a mi
costado. El retorno de lo vivido en las fibras de la memoria.
Creyendo que ese vació es el intento del sentido de la vida misma, la incertidumbre que invade la esencia del tiempo hace que tengamos impuesto estar en espera del futuro ...
ResponderBorrarEl viento contiene futuro. La vida no contiene sentido.
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