Ir al contenido principal

Moonlight.


Supongo que habrá más días así
Donde no me importe escribir a oscuras
Donde el día dure lo mismo que una tormenta saturnina
Lo supongo porque nunca había padecido
Este estado permanente de coma
En el limbo onírico puedo avanzar a la nada
se dónde piso y sé que no hay de que temer
Hoy, enciendo el piloto automático
Y no dejo de ir al compás de la luz
Que sigo como un gusano de tierra
Supongo que es supervivencia y que
Los momentos en los que la música me toca
Significan un oasis en esta isla desierta
Me pregunto qué sería de mí ahora
Sin la música como tótem.
Percibo que mi mente está encendida
Y como nunca todas mis emociones y sentidos
Me derramo sobre lo que toco
Pero no vivo.
Supongo que habrá más días así
Donde las preguntas sean infinitas
Donde los cómo no se den abasto
Porque ¿Cuándo ha sido algo suficiente?
La duda cotidiana se ha vuelto demente
Ojalá pudiera tener una sola respuesta para darme paz
Pero no hay nada, solo imágenes nebulosas
Sé que no debo estar aquí
No puedo detenerlo
Tengo un sinfín de razones para evitar el dolor
Sin embargo, emerge como puede
Debajo de mi piel, detrás de cada recuerdo,
Por encima de lo valioso de las cosas,
En el todo donde ella evoca.




Comentarios

Entradas más populares de este blog

Soft like you say to me.

I’m just sitting here in the corner of my bed I’m sick actually, the worst of me writing this for you as if I was touching the notes of a piano song. Trying to say to you Every time: your name In the morning, at my coffee, inside of the shower, when I took the train, when I walk around Eixample, every time You inside of my imagination. Living that road trip in the Europe east And you say ever time things about how you are I love how you don’t realize that ever time is you, darling Inside of my imagination. You can fuck everyone in the world, don’t care Your beautiful soul open to me is more addictive that the heaven between your legs And again and again Between the sunrise and sunset, Every time  You inside in my imagination

Horas continuas.

Toma el conglomerado de acciones que van en mis días en cada arista de mis horas te tengo presente. Podes hacer lo que te plazca con ellas: redúcelas, extínguelas o multiplica mis segundos y súmalos a tu vida. Cada respiración tuya es un eco viajante que, tiene hogar en mis sentidos. Y vivir se vuelve una manera de tocarte.
Anoche viví, por vez primera, el terror de volverme loca. Estoy sin defensas, absolutamente desnuda. Suspendida del abismo, balanceándome. No tengo deseos de nada. Hay un silencio en mí. No quiero volverme loca. Ayer pensé que quiero volver a Buenos Aires. Con mi cuerpo puedo hacer lo que quiero: viajar a cualquier país, ir a cualquier lado. Pero mi silencio y mi tristeza no siguen a mi cuerpo. Me siento más triste que nunca. Tal vez tengo lo que llaman “manía depresiva”. He recibido una hermosa carta de Roberto J. “Déjate ir”, dice. Pero Roberto cree enormemente en los valores del espíritu, posiblemente jamás se preocupó de la locura, jamás se preocupó de saber o sentir si es loco o no. Sabe y siente que es poeta y por lo tanto un ser diferente. Yo también sé y siento que soy diferente, pero también sé y siento mi enfermedad, su peso, su fuerza. Volver a Buenos Aires y psicoanalizarme. Pero ¿de dónde obtendré dinero para ello? Más valdría suicidarme, ahorrarme los meses o los años de ...